domingo, 26 de enero de 2014

El asunto de La Haya

En el libro del Eclesiastes Capitulo tres se lee, entre otras cosas, que todo tiene su tiempo, un tiempopara reir, y un tiempo para cantar, y un tiempo para hablar, y un tiempo para callar; y un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz.
Esto es lo que debemos recordar tanto peruanos como chilenos.
No me cabe la menor duda que hay inumerables familias y amigos de ambas naciones hermanas que se unen cada dia mas; estan como encadenados por el amor, la amistad, el respeto y  la tolerancia. Por eso, es que el fallo de la Haya debe tomarse con mucha serenidad, ya que este no debe ni tiene porque destruir esa cadena tan fuerte que une a ambos pueblos; en consecuncia, da lo mismo, gane quien gane en el fondo (del mar?) para qué tanto brinco si el subsuelo esta parejo.

Otra cosa son los politicos que en su afan de causar problemas y la de obtener notoriedad creando un clima belico, pero esto se va quedar en el puro clima nomas, pues la voz del pueblo, que es la voz de Dios, evitara una confrotacion entre ambos paises hermanos.

Ya tuvimos una guerra en virtud de la cual se firmo un tratado y posteriores convenios que han dejado perfectamente establecida la delimitacion; asi que no me vengan ahora con  interpretaciones sobre lineas, pues el asunto esta mas claro que el agua.

Asi que aqui cierro este blog y con un  beso a mis hijos y grandes amigos que viven aqui y alla luego de ir a misa en mi silla de ruedas, pararme con ayuda de Gladys mi angel de la guarda, para contemplar el mar, regresar a mi casa y desde mi computadora gritar con una voz que sale de mi alma:
VIVA CHILE MIERDA, VIVA EL PERU CARAJO!

Solo por esta vez firmo,

Eduardo (y no Cyrano; quien quiere entender que entienda).