domingo, 30 de octubre de 2011

Carta a Rosario

Estimada Rosario:

No tengo el gusto de conocerte, aunque quién sabe si nos conozcamos algún día. Sean estas breves líneas para decirte que admiro tu tranquilidad y compostura. Eres una niña que ha sido condenada por homicidio por un pueblo que se ha olvidado de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Yo no sé si tú has tenido algo que ver con la muerte de Ciro. Las investigaciones que lleven a cabo el Ministerio Público y el Poder Judicial terminarán (ojalá) por llegar a lo más cercano a la verdad.

Te cuento que estos en estos doscientos seis días he sentido que vivía en la etapa más oscura de la historia del hombre, la Edad Media, época en que las ejecuciones era públicas. Donde se condenaba sin prueba alguna a inocentes, donde el terror era el alimento diario y donde el pueblo, dentro de su ignorancia, hacía fiestas alrededor de la sangre.

No acuso desde ningún punto de vista al doctor Ciro. Creo que es un padre ejemplar, que llegó al límite de la resistencia humana para encontrar a su hijo. Y lo encontró. Yo hubiera hecho lo mismo, porque no es natural que los hijos mueran antes que los padres. Admiro la cordura de la madre y de los hermanos, que supieron llevar estoicamente tan terrible dolor.

Pero de ahí a que más de 10 mil seres reciban los restos de un muchacho (que se ha hecho conocido por el levantamiento de la noticia de parte de los medios con la finalidad de vender más o por el rating) griten casi a una sola voz "Ciro es un ángel, es un santo. Rosario es una maldita asesina", agitando sus blancos pañuelos en una actitud descomunalmente histérica es otro cuento.

En definitiva, un pueblo ignorante (que no es un insulto, sino una palabra que significa no saber o no entender) te ha condenado por un delito que es posible no hayas cometido. Ya que la presunción de inocencia, derecho fundamental de la persona, no ha existido para ti.

Para terminar me dirijo a usted doctor Ciro, tratando de comprender su dolor, lamentando profundamente la muerte de su hijo. No vuelva a repetir que el terremoto del último viernes se produjo porque en ese preciso instante se estaba a enterrando a su hijo. Eso, mi muy estimado doctor, es una blasfemia y no una verdad. No se contagie de los medios. Guarde usted su luto lo mejor que pueda, pero basta de culpar sin prueba alguna a una niña-mujer cuyo único delito, hasta el día de hoy, ha sido haber sobrevivido a una tragedia.

viernes, 28 de octubre de 2011

Sinlogismos(*) y preguntas

La luna es triste porque tiene su lado oscuro...

La soledad es una peligrosa compañera...

Entre políticos se entienden...

La hipocresía es el tónico de los imbéciles...

La mentira es la peor de las verdades...

Adan nació de una costilla de Eva...

El mejor invento de Dios: la mujer...

Saturno es el planeta árabe. Tiene muchos anillos...

A los pianos les gusta las mujeres de mucha edad: están llenos de teclas...

¿Cómo se llamará el perro del hortelano?

Al hombre que sabe tejer, jamás le dará un infarto...

Casi todo lo que es rico, es pecado...

Hay amigos que se portan como animales y hay animales que se portan como amigos...

El violento es un cobarde con máscara...

¿Por qué hay cobardes y no cobardas?

Detrás de una gran mujer, hay un hombre muy pequeño...

¿Dónde están tus hijos en este momento?

No ames tanto, nunca serás correspondido igual.

¿Cómo será la cabeza del chorlito?

¿Quién es la mamá de los sobrinos del Pato Donald?

Los caballos que más corren son los de los bandidos...

¿De dónde sacó la plata Rico Mac Pato?

¿Por qué al bueno nunca se le acaban las balas?
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(*) La palabra sinlogismo la inventó Luis Felipe Angell, periodista peruano más conocido como Sofocleto. Según él, un sinlogismo son ideas llevadas a la máxima condensación conceptual e idiomática que rompen esquemas dando una nueva forma a la verdad.
Los sinlogismos presentados en este post son de mi exclusiva creación. Cyrano.

jueves, 6 de octubre de 2011

Una nueva aventura

Otra de Escoba, Bacín y Trapo.

Ayer, a eso de las diez de la mañana, Bacín recibió una llamada de Trapo en la que le dijo que sintonizara un determinado canal de televisión pues estaban entrevistando a la dueña de una nueva tienda de dulces para diabéticos.

Recuérdese que Bacín, además de Parkinson, tiene diabetes.

Al lado de Bacín estaba Escoba, quien escuchó la respuesta: "¿para qué sintonizar el canal? Hay que ir inmediatamente. ¿Tienes la dirección?" Trapo contestó que si, entonces quedaron en verse una hora después para ir, junto con Escoba (porque los tres son unos tragones), a la nueva tienda que quedaba bastante cerca de donde viven los tres.

Así que una hora más tarde, Trapo se apareció y partieron todos en búsqueda de la Cueva de Alí Babá. Llegaron al lugar y, por supuesto, no había lugar para estacionar. Después de una serie de infructuosas vueltas, se determinó que bajara Escoba a hacer labor de reconocimiento del tipo, cantidad, calidad y precio de los dulces. Como sabemos, para Bacín significan doblones de oro.

Al terminar el reconocimiento de la tienda, Escoba salió con una sonrisa de oreja a oreja e informó: "hay de todo: torta de chocolate, pie de manzana, muchas variedades de galleta, mermelada, trufas de chocolate, milhojas, tartaletas. Bacín, ¿qué quieres que compre?" Mientras tanto, y como siempre, Trapo se había bajado del auto y estaba conversando con un policía mientras fumaba, ya que Bacin tiene terminantemente prohibido fumar dentro del auto.

La decisión fue una torta de chocolate y un paquete de galletas surtidas de 100 gramos. Claro que, también como siempre, Escoba se hizo amiga de KF, la dueña de la tienda. KF le dijo que en verdad no vende la torta por porciones, pero que ese día en particular la estaba vendiendo así porque la había tenido que partir para el reportaje en televisión, que fue el que había visto Trapo un rato antes. Nota del autor: creo que debería venderse, aunque sea por mitades.

Escoba le contó a KF que Bacín prefería no bajar, pues se le complica movilizarse, sobre todo en ese momento, en que se encontraba en una hora off. Entre charla y charla, KF le envió de regalo unas muestras a Bacín "para que regresara pronto a la tienda".

Escoba volvió al auto con un paquete de galletas con yapa, trufas y una super porción de torta de chocolate. Bacín optó por darle una sola galleta a cada uno de sus acompañantes, porque para eso es un tacaño como le dijo Trapo, y se guardó el resto del botín para él solito.

Ya en la tarde, Escoba le preguntó a Bacín qué tal había estado la torta y la respuesta fue un contundente "deliciosa, igual que todo lo demás". Entonces Bacín dijo que le gustaría llamar a KF para agradecerle personalmente por tan rico placer. Cuando supo el apellido de KF, Bacín retrocedió más de 55 años, a la época en que tenía tres años, y dijo: "yo tenía un tío de cariño, OF, que vivía en mi casa y era purser de una aerolínea internacional. Me quería mucho, siempre me traía regalitos de sus viajes. Por supuesto, yo lo adoraba". Hay que aclarar que el apellido de K y del tío O no es un apellido precisamente común, es más, ni siquiera es un apellido castellano. Hay que aclarar también que Bacín no puede precisar si el tío OF vivía porque alquilaba una parte de su casa o si era muy amigo de sus padres y por eso le permitían quedarse con ellos el tiempo que pasaba en Lima.

Bacín recuerda al tío OF como un hombre delgado, al que veía altísimo, muy agradable de trato, siempre sonriente, siempre uniformado. El tipo de persona que genera que los niños se le acerquen sin miedo y con total confianza. Bacín lo tiene tan presente que no ha necesitado nunca que le hablen de él para tenerlo en sus recuerdos.

Cuando lograron comunicarse, Bacín felicitó a KF por sus dulces y le agradeció la cortesía de mandarle las yapitas. Entonces, le contó de su tío de cariño OF, y le preguntó si era algún familiar suyo y KF le dijo: "es mi papá". Bacín se quedó sin habla por unos segundos y solamente atinó a preguntar: "¿vive?" La respuesta fue "mi papi murió en los 70". Los dos se pusieron muy emotivos por la coincidencia tan grande y los recuerdos que les traía OF. Después de un intercambio de anécdotas, KF le ofreció la tienda entera a Bacín, que ni corto ni perezoso, aceptó.

Bacín siempre ha tenido la idea de abrir una tienda con productos para diabéticos, pero ayer mismo descartó la idea. No sabe si por no hacerle competencia a KF o si es porque ella ya le ofreció la tienda entera.

Cosas simples que pasan, coincidencias de gente que se encuentra en un día (ni tan) común y (ni tan) corriente.

lunes, 3 de octubre de 2011

Mea culpa

El otro día, me encontraba solo pensando sobre la violencia que ha atrapado, como cocodrilo a su presa, a la gente que habita los países de nuestra región. Robos, asaltos, saqueos, maltrato familiar, abuso de niños, homicidios, secuestros y cuántas cosas más. Hechos que suceden todos los días y a toda hora.

Hay violencia en el deporte, en la educación, en la religión, en la política, en la familia, etc. La sociedad vive inmersa dentro de esto, en definitiva, la "cultura" de la violencia.

Casi no hay familia que no haya sufrido los irremediables daños que estos actos producen. Y a pesar de todo, y esto para mí es lo peor, ¿qué estamos haciendo nosotros para evitarlo? ¿O es que ya nos hemos acostumbrado tanto al mal que ya no nos llama la atencion? Estamos como los fisiócratas: "dejar hacer, dejar pasar".

¿Qué hacer frente a esta locura colectiva? Pues no son pocas las personas que asumen que el problema es tan grande y tan grave que se ven superados por la violencia. Creo que parte de la solución está en la actitud que tomemos hacia el prójimo. ¿Cuándo fue la última vez que le dijimos a nuestra pareja"te quiero, vieja", la tomamos de la mano, la sentamos en "nuestro" sillón preferido y nos pasamos unos tres minutos haciéndole un cariño que te salga de esa alma buena que tienes pero que la escondes porque crees que, si la sacas a relucir, "la gente" va a pensar que eres un idiota hondo y lirondo? Y tú, mujer, ¿recuerdas la última vez que lo despediste desde la ventana cuando partía a su trabajo?

Y junto a mi compañera soledad, me seguía preguntando, incluyéndome por supuesto, ¿cuándo fue la última vez que llamé al amigo enfermo para preguntarle sobre su salud? ¿Acaso me he tomado el tiempo de ir a visitarlo para hacerle compañía? Pues su soledad, considero, es la peor de todas, ya que durante semanas no lo visitan ni las moscas.

¿En qué momento de nuestras vidas le hemos pedido perdón a alguno de nuestros hijos cuando le hemos hecho una porquería grandota de aquellas que guardarán en sus corazones durante toda su vida?

Y así muchas otras preguntas más, pero no quiero cansarlos. Además estoy casi seguro de que ustedes tomarán la posta en esta especie de ejercicio mental.

No digamos ni busquemos las causas de la violencia en los demás, busquémoslas en nosotros mismos.

Para mí, la violencia es la falta de amor, mejor dicho, la falta de saber dar y sobre todo de recibir amor.

La famosa cantautora peruana doña Chabuca Granda, autora y compositora de "La flor de la canela", una canción que ha dado la vuelta al mundo, solía repetir: "quiéranme viva". No le faltaba razón. Dios quiera que reflexionemos sobre el tema, pues la suma de pequeños actos de amor contrarrestra la violencia.

Aprendamos a querernos vivos.